Marihuana vs. Casinos


Intento entender a la gente de derechas, especialmente ahora que están en todas partes. De verdad, lo intento. A veces hasta me gustaría ser como ellos: me gustaría, por ejemplo, tener su fe inquebrantable en las bondades del capitalismo.

Sin embargo, de repente se descuelgan con su habitual hipocresía e incoherencia ideológica y pierden toda su credibilidad.

Primer Acto.

Me explico: hace unas semanas, Barcelona se postuló como candidata a acoger el complejo «EuroVegas», rivalizando con Madrid.

Enseguida surgieron críticas al proyecto especialmente porque su promotor, Sheldon Adelson, exige que para llevar adelante el proyecto se eliminen algunas leyes ligeramente molestas. Concretamente, se exige estar exento de la normativa antitabaco, de cotizaciones a la seguridad social, de ciertos derechos laborales, de artículos de la ley del menor que impiden su entrada en casinos… También se han dado advertencias sobre el previsible incremento de la prostitución, sobre la atracción que el complejo puede suponer sobre mafias de toda Europa…

La derecha (tanto el gobierno de CiU en Catalunya como el del PP en la Comunidad de Madrid) rechaza esas críticas y contraataca diciendo que se trata de argumentos típicos de la malvada izquierda perrofláutica, cuya estupidez les impide ver la oportunidad que supone la creación de unos 100.000 puestos de trabajo. Ya se sabe, la izquierda, esa gente que quiere vivir sin pegar un palo al agua y que sólo se preocupa de los pajaritos. Y encima, no tienen gusto para vestir. ¿Qué se puede esperar de gente así?

Bien, estaban a punto de convencernos. Necesitamos esos cientos de miles de puestos trabajo. Joder, ¡que vengan todos los ludópatas del mundo y se dejen aquí su pasta, que metan a sus niños de siete años en el casino mientras todo el mundo fuma a su alrededor (y que les den unas moneditas para jugar en las máquinas y no molesten), que circulen ríos de whisky, que se instalen enormes burdeles alrededor del complejo! ¡Dinero! ¡Trabajo!

Segundo Acto.

El ayuntamiento de Rasquera (Terres de l’Ebre, Tarragona) ha decidido aprobar una plantación de marihuana promovida por un grupo con finalidad de utilizarla para consumo propio.

Durante un par de días parecía que la Generalitat (CiU) haría la vista gorda y dejaría que el proyecto tirara adelante. Pero no. Finalmente, han dicho que llevarán al ayuntamiento de Rasquera a la justicia por autorizar esta plantación.

Soy incapaz de entenderlo, por muchas vueltas que le doy. ¿Por qué EuroVegas si y marihuana no? En un caso estamos hablando de juego, alcohol, humo de tabaco por todas partes, menores por enmedio y, probablemente, prostitución y blanqueo de dinero. En el otro, unos cuantos fumetas. ¿Por qué son preferibles los ludópatas a los fumetas? ¿Es mejor que un niño vea a su padre pulirse la pasta en el JackPot que liándose un peta? ¿Por qué no hay ningún problema en hacer excepciones legales para un macrocasino y en cambio no se pueden hacer excepciones para una plantación de marihuana? ¿Tienen miedo a que Rasquera se convierta en la capital perrofláutica europea y eso suponga una amenaza al poder de la derecha y, de paso, un mal ejemplo para los niños y las niñas de bien?

La generación de riqueza parece ser el único argumento que necesita la derecha para aprobar proyectos, así que tal vez cambien de opinión cuando se enteren de que las plantaciones de marihuana pueden suponer una buena fuente de recaudación de impuestos.  Según un artículo publicado en el New York Times, varias ciudades han aumentado sus ingresos por el pago de impuestos de forma significativa por parte de dispensarios de cannabis medicinal. Oakland recaudó 1’4 millones de dólares estadounidenses (unos 1’0 millones de EURos) el año pasado, Colorado Springs 0’7 millones de dólares (0’5 millones de EURos) y Denver 3’4 millones de dólares (2’5 millones de EUR).

Un comentario

  1. Pues yo creo que le dan buen moche, aparte no se puede hechar encima a los reyes de la colina.

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