La Sanidad Pública y las terapias para dejar de fumar


Últimamente proliferan los artículos que intentan presionar o  crear un estado de opinión para que la Sanidad Pública financie los medicamentos para dejar de fumar.

Antes de seguir, debo aclarar que soy ex fumador. Cuando lo dejé fumaba casi dos paquetes diarios. Dejé de fumar sin ningún tipo de ayuda farmacológica y no me considero un tipo con una fuerza de voluntad excepcional ni virtudes por el estilo. Por ello creo firmemente que cualquiera puede dejar de fumar.

Hecha esta aclaración, paso a comentar el caso que me motiva a escribir este artículo. En la Vanguardia del 29-01-2011 había un monográfico especial «Salud y Medicina». En las páginas 6 y 7 dos artículos sobre cómo dejar de fumar.

Los artículos utilizan una estrategia simple pero efectiva para convencer a los fumadores de la importancia fundamental de los medicamentos para dejar de fumar y de la necesidad de que sean subvencionados por la Sanidad Pública (a pesar de los recortes que están sufriendo todos los servicios públicos).

En primer lugar, se recuerdan los terribles efectos que el tabaco tienen sobre la salud, para que el fumador sienta la necesidad urgente de hacer algo. En segundo lugar, se insiste sobre lo difícil que es dejar de fumar y las altas tasas de fracaso y reincidencia.

Algunos extractos:

  • «El tratamiento óptimo es el que combina la ayuda psicológica con la farmacológica».
  • «Entre el 50% y el 60% consigue dejar el tabaco , pero a los seis meses sólo un 30% logra mantenerse alejado, el resto recae»
  • Artículo de Àlvar Agustí, nada menos que el Director del Institut del Tòrax del Hospital Clínic. Se supone que este tipo debería saber algo sobre como motivar a la gente para dejar de fumar. Y sin embargo en el artículo suelta: «dejar de fumar es difícil pero no imposible (…) con la ayuda de los fármacos un porcentaje elevado de fumadores consigue dejar el hábito». O sea, toda una autoridad en la materia te viene a decir que ni lo intentes por tu cuenta.

En tercer lugar, cuando ya te han provocado un enorme estado de ansiedad sobre los peligros del tabaco, y cuando ya te han convencido de que sin ayuda no conseguirás dejarlo, entonces y sólo entonces te dan la tranquilizadora ayuda. Los medicamentos para dejar de fumar. Ellos son tu única posibilidad. Y además hay unos profesionales que te ayudarán en el camino. Tranquilo, juntos lo conseguiremos.

Pero, oh que lástima, toda esa terapia es muy cara. Ahora bien ¿no resulta mucho más caro para la Sanidad Pública las enfermedades derivadas del tabaquismo?

Según el artículo «los gastos de las consecuencias del tabaquismo en 2008 fueron de 14.710 millones de euros».

Y poco después «un problema que se plantea es el coste de los tratamientos y la falta de subvención».

Por lo tanto, la solución está clara. El estado (o las conselleries, o los länder, o…) debe financiar esas terapias. Como dice el artículo: «La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica ha presentado al ministerio una seria de medidas frente al tabaquismo para intentar que estén subvencionadas».

Todo el mundo sale ganando. La gente deja de fumar y el estado se ahorra el gasto futuro de los enfermos por el tabaco a cambio de un gasto actual menor.

¿Fin de la historia? En absoluto. Los intereses de las empresas farmacéuticas se muestran de manera obvia en estos artículos, comenzando por la evidencia de que la página está repleta de publicidad de medicamentos contra el tabaquismo.

Además, no nos dicen nada sobre el porcentaje de fracasos de las terapias con medicamentos. Tampoco hablan de las estrategias preventivas, es decir, como evitar que la gente empiece a fumar.

Y por supuesto, no hay ni una palabra sobre los millones de casos de éxito de personas normales y corrientes que consiguieron dejar de fumar sin medicamentos y sin psicólogos, en medio de situaciones de enorme estrés (porque cuando uno se plantea dejar de fumar muchas veces ya ha pasado la treintena y acumula un montón de deudas y de responsabilidades) y sin lloriquear a papá Estado que le pagara el coste de abandonar el vicio que libremente, y conociendo los riesgos para la salud, uno adquirió.

Atravesamos una crisis económica que amenaza con la desaparición de la gratuidad de algunos servicios de la Sanidad Pública, con enormes listas de espera, con situaciones precarias tanto en material como en recursos humanos en algunos hospitales, etc. Pero para ciertas empresas, esto no debe ser un obstáculo para que el Estado desvíe sus escasos recursos hacia sus particulares intereses.

Un comentario

  1. […] ¿La Sanidad Pública debe financiar las terapias para dejar de fumar? lacarpetadejor.wordpress.com/2011/01/31/¿debe-financiar-l…  por jorfm hace 3 segundos […]

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